Toda la noche hago la noche.Toda la noche escribo para buscar a quien me busca.Palabra por palabra yo escribo la noche

viernes, julio 25, 2008

JoYaS dE cIuDaD (I)

Ayer me he puesto a revisar archivos,fotos y mil y un chunches que tenia guardada en la pc,pues van a reformatearla.Y apareció esta foto que tenía planeado poner en este espacio desde hacía rato.Una belleza,no? Recuerdo bien el día que la tomé.Este viejo edificio ,del cual aún no sé definir estilo (art nouveau?...no creo que pueda ser más viejo) se halla muy cerca de la Zona Rosa,una zona bonita de la cuidad que se ha convertido en centro de reunión de la comunidad gay. Pues bien..justo en frente de este edificio,se acostumbran poner varios puestos de películas XXX;había pasado frente al edificio varias veces sin poder admirarlo bien debido a esto.Un día tuve la suerte de no hallar ningún estorbo,quizás por que ya era un poco tarde.Y entonces quedé sorprendido por el rostro.Me pareció tan enigmático...y hasta creí que debía tratarse de algo verdaderamente antiguo.Pensé que era como un edificio fuera de lugar,fuera del tiempo..casi anacrónico...Miré con atención,buscando rastros de algún letrero que indicara quién había vivido allí o que uso tenía el inmueble anteriormente [en la zona centro de la ciudad,los edificios antiguos suelen tener una pequeña "placa" con esos datos] pero no hallé nada.En el tercer piso un letrero anunciando una sex-shop.Decepcionante.Pensé en preguntar a alguien que viviera allí,pero el único sujeto que vi entrar no me dió confianza y empezaba a anochecer.Me prometí volver pero aún no lo hago.Quizás resulte que el edificio ni es viejo,que nadie vive allí,ni tiene gran historia.A saber.

1 comentario:

Maykel dijo...

Tienes razón, es bellísimo. Muy hierática es la expresión de ese rostro que misteriosamente mira a los ojos del transeúnte.
En cuanto al estilo, me parece afín a la moda ecléctica de principios del siglo XX, con cierta influencia art nouveau, cómo no.
Fue muy abigarrado el gusto de esa época: a veces los edificios hasta parecen un cake con apetitosas volutas y arabescos.
Este lo veo más clásico, en correspondencia con los motivos ornamentales usados, las cornucopias y la singular efigie (¿acaso Pomona?).
En Sagua el ecleticismo de esta época hizo furor. Abundan rostros que coronan el arco de una puerta o sirven de soporte a un balcón; hay caras hermosas y hocicos de animales. Siempre me ha seducido ese público pétreo que asiste a nuestra cotidianidad sin conmoverse nunca. A imagen y semejanza nuestra, ya se descubren carne de lo eterno.
Entre tanto edificio de otro tiempo en derredor mío, no he tenido más opción que preferirlos. Tengo que confesar que las ciudades homógeneas y modernas, esas urbanizaciones bien trazadas y mejor pensadas, me aburren. A veces salgo a caminar por el placer de mirar, y es increíble cómo a menudo descubro un detalle de alguna fachada que siempre ha estado ahí, a la vista de todos, inadvertido para tantas miradas.
En esta ciudad los últimos edificios de envergadura con pretensiones estéticas fueron construidos hace casi 80 años, antes de la crisis de 1929 -mi propia casa fue levantada en 1925, en la fachada está la cifra.
Dicho esto entenderás -tal vez lo supiste siempre- por qué mis álbumes tendrán cada vez más acentuada la pátina de aquellos felices años de la belle epoque.